lunes, 27 de noviembre de 2017

Origen Cuántico reseña Mañana cruzaremos el Ganges, de Ekaitz Ortega


Es un placer para mí contar hoy con la colaboración de uno de los bloggers más entusiastas y entrañables del fandom español: Origen Cuántico, que analiza para nosotros Mañana cruzaremos el Ganges, la más reciente novela de Ekatiz Ortega. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Origen sugiere leer esta reseña escuchando The Answer Lies Within de Dream Theater. (SpotifyYouTube)

La verdad es que esta novela es de las pocas que he empezado con varias ideas preconcebidas en la cabeza. Me suele gustar comenzar los libros en blanco, sabiendo lo mínimo posible sobre el argumento y, a poder ser, sabiendo también lo mínimo posible sobre la temática. Estoy harto de leer siempre lo mismo, contado de la misma manera. 

Así que, en principio, mi predisposición para leer Mañana cruzaremos el Ganges no era la mejor, sobre todo porque el último año he leído las cuatro o cinco distopías más importantes (o por lo menos las más conocidas) de todos los tiempos y era complicado que no fuera a ser “más de lo mismo”. Además, he leído un par de relatos de Ekaitz Ortega (“El consejo” y “La hierba”), publicados en El laberinto mecánico y en la revista SuperSonic, que me parecieron bastante correctos pero sin llegar a emocionarme.

Por otro lado, hace un par de semanas asistí en Bilbao a la charla sobre “Utopías y Distopías” en la que participaron como ponentes Arrate Hidalgo, Javier Castañeda, Nieves Delgado, Lola Robles, Conchi Regueiro, Alicia Pérez Gil e Israel Alonso. En esa charla se trataron muchos temas, pero algo que se me quedó grabado fue el comentario de Conchi Regueiro, que venía a decir que ahora mismo lo realmente interesante sería escribir una utopía; para distopías, no tenemos más que mirar por la ventana y esperar. Estoy un poco con Conchi en que vale ya de mostrarnos el mal camino, a ver si alguien da con el bueno de una vez.

Pero, sobre todo, leyendo en la sinopsis de la novela que la historia trata sobre un régimen político autoritario en una Europa gobernada por tecnócratas y carente de líderes políticos visibles, todavía hacía que me sonase más a algo muy trillado. Tal vez que la protagonista fuese mujer y que además de tener que sufrir ese sistema autoritario tuviese una vida personal llena de problemas que no tienen que ver con ese sistema me llamaba algo más la atención. Otro punto a favor es que se desarrolle en un futuro cercano; podía ser interesante

No todo era negativo antes de empezar a leer, he escuchado a varios ilustres del género poner por las nubes la novela. Mariano Villarreal lleva tiempo diciendo que es la mejor distopía escrita en español y Manuel de los Reyes en su prólogo dice que es «... un lienzo cuya complejidad estilística evidencia a partes iguales talento para la economía en el trazo y maestría con la escala de grises». Esa es para mí la clave de esta novela, no hay blancos muy fuertes ni negros intensos, se mueve siempre en esa línea de realidad gris que hace que la trama fluya, con un ritmo tranquilo, casi lento por momentos, pero sin llegar a aburrir. Con esto no quiero decir que en la novela no ocurran cosas, es más, hay momentos que ocurren muchas a la vez, a veces incluso en tiempos que no llegan a cuadrarme. Me da la sensación de que hay varias líneas temporales, por lo menos en la cabeza de la protagonista. Pero en general, la novela es coherente y termina encajando.

He hablado de grises y puede parecer que estoy insinuando que la novela es aburrida; nada más lejos de mi intención. Es verdad que no es un libro de acción, pero hay momentos en los que sientes la tensión a la que son sometidos los personajes y, sobre todo, la que hay entre ellos golpeándote el cogote. Además, el primer cuarto de historia es una maravilla a nivel de prosa, manteniendo, a la vez, ese ritmo pausado y la atención del lector, consiguiendo esa fluidez casi imposible. Considero que esto está al alcance de solo unos pocos.

Otro gran acierto, bajo mi punto de vista, es la elección que hace el autor a la hora de presentarnos la sociedad en la que transcurren los hechos. No hay grandes descripciones y por momentos parece una novela que sucede en nuestro tiempo. Las diferencias son notables, pero las introduce como fogonazos, consiguiendo hacer ver al lector que no estamos tan lejos de este tipo de organización política. Es una novela en la que vemos un futuro cercano, que a su vez es creíble y que no nos lleva de golpe a un sistema al que no sabemos cómo se ha llegado (esto es un guiño a Javier Castañeda y su odio a no saber de dónde salen los sistemas autoritarios en las distopías).

Bien es cierto que, una vez pasado ese primer cuarto, la novela entra en una fase que suena demasiado a Orwell y que me ha hecho temer que iba a llevarme a un sitio en el que ya había estado. Sin embargo, llega un momento en la trama en el que, sin grandes sobresaltos, con esa fluidez de la que he hablado antes, se produce un giro y la novela se ramifica en varias subtramas. Lo que era una historia sobre una sociedad distópica se convierte en varias historias paralelas sobre los personajes, las relaciones entre ellos y su manera de asumir tanto su propia decadencia como la represión a la que son sometidos. Hay un punto de inflexión claro, pero prefiero que sea el lector el que lo descubra.

Me gustaría comentar que hay varios detalles que ocurren entre la protagonista y su pareja, sobre todo relacionados con la manera en la que ella afronta las relaciones sexuales, que me han dejado algo desconcertado. Con el tema de las tareas domésticas y sus sentimientos de culpabilidad, también me ha dejado un poco sorprendido. No sé si Ekaitz juega a hacernos dudar, quiere representar una sociedad en la que hay toques machistas o si es su visión de una pareja al uso. El resto de la relación me parece que está tratada de una forma impecable, es más, creo que gran parte del interés de la novela está en esa relación. Viendo el tono del resto de la historia, apostaría por la versión de que el autor quiere jugar con nosotros; él lo presenta y a ver qué interpreta cada uno.

Conclusión: Una gran novela, muy bien escrita, pero que tengo que reconocer que me hubiera sorprendido más si fuera la primera distopía de este estilo que leo. Es cierto que tiene puntos muy diferentes al resto de obras que he leído, pero al final hay momentos en los que reconoces, tal vez intencionadamente, ideas muy parecidas. Me parece más una historia de personajes, con sus problemas y relaciones, que una distopía política. 

Posiblemente, la historia de los personajes sola no hubiera funcionado bien, casi seguro que la historia sobre el régimen político tampoco, pero creo que juntas, encajan a la perfección. Un libro muy recomendable.

8 comentarios:

  1. Personalmente no es un libro que me llame especialmente, pese a tanta recomendación. Es más, de El transbordador atrapa mucho más mi atención Me tragó el igualma por varias reseñas que he ido leyendo. Aún así, este lo tengo metido en mi wishlist y puede que termine leyendo, al menos por comprobar algunas de las buenas recomendaciones que tiene. Como dices, puede que el factor de haber leído tanta distopía este año te pueda pasar factura. Nunca se sabe. Un abrazo :)

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  2. Comentario al margen: He tenido que mirar en el blog de Origen Cuántico para ver cuales son las supuestas distopías y veo: 1984, Un mundo feliz y Farenheit 451. ¿Cuales serían las otras dos?

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  3. No reseño todo lo que leo. "El cuento de la criada", "La naranja mecánica" y hay más que no recuerdo. Y de autores españoles también.

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  4. "No sé si Ekaitz juega a hacernos dudar, quiere representar una sociedad en la que hay toques machistas o si es su visión de una pareja al uso". Flipo, tronco.

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    1. El anonimato y el hacer un comentario como este son muy de cobarde. Sigue leyendo por lo menos, "tronco":

      "El resto de la relación me parece que está tratada de una forma impecable, es más, creo que gran parte del interés de la novela está en esa relación. Viendo el tono del resto de la historia, apostaría por la versión de que el autor quiere jugar con nosotros; él lo presenta y a ver qué interpreta cada uno."

      Tampoco sé si te has leído la novela o vas de listo.

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    2. José Vicente Serrano3 de diciembre de 2017, 20:32

      Pero alguien hace un comentario como Anónimo y tú que escribes la reseña como "Origen cuántico" ¿se lo reprochas?

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    3. Si buscas en Google "Origen cuántico", rápidamente lo localizas. Con "anónimo" no es tan fácil.

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  5. Coño, qué bueno! No sabía que Ángel Sanchidrián estaba escribiendo reseñas de coña!

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